Ésta va de adrenalina...



Hace unos días tuve un susto con el coche: típico, paso de peatones sin semáforo, sale un perro y el de delante frena bruscamente, yo y mi empanada frenamos también un poquito más tarde. Total que en 1 segundo me vi sin saber cómo esquivando al coche. Y me pregunté...¿Cómo puede actuar tan rápido mi cuerpo? Pues gracias a una hormona, la adrenalina (ad: cerca/pergado y renal: riñón) que es segregada a la sangre por las glándulas suprarrenales (encima de los riñones). Está gobernada por ramificaciones nerviosas de la médula espinal dorsal lo que evita que seamos conscientes de su uso. Es dinamita para el cuerpo: le dice al hígado que segregue glucosa, aumenta el ritmo cardíaco, dilata las pupilas, aumenta la tensión arterial, le dice al cerebro que inyecte dopamina a la sangre...vamos una joya. Desde que el cuerpo se ve en situación de peligro, hasta que tenemos adrenalina en la sangre haciendo de las suyas pasa menos de un segundo y el efecto dura unos dos minutos, siendo los primeros instantes los más "fuertes".

1 comentarios:

Iñaki dijo...

Muy bueno el post. La verdad es que solo soy consciente de los efectos de la adrenalina bajando pendientes nevadas. Cuando caes bajando una de esas te das cuenta que la adrenalina no te ha dejado ver lo cansadísimo que estabas hasta ese momento, momento en el que baja el subidón y notas las 180 pulsaciones por minuto.