Crítica de METODOLOGÍA a Bolonia

El Proceso supone un cambio de metodología docente. La mayoría de las universidades españolas han puesto en marcha cursos de formación al profesorado con el fin de modernizar los procesos de enseñanza. Estos cursos abordan temas de nuevas tecnologías, pedagogía, psicología, dinámicas de grupo, etc. Sin embargo, lo que se nos presenta como una novedad educativa en el sector de la enseñanza universitaria no lo es tanto. La crítica de la metodología docente se basa en metodologías utilizadas por grandes científicos hace muchos años y que ahora son lo último en innovación educativa.

Ejemplos. En el año 1963 se publicaba, en inglés, la obra titulada “The Feynman Lectures on Physics”, de Richard P. Feynman. En el primer capítulo describe cómo actuaba con sus alumnos. Sus reflexiones son del todo actuales: problemas de motivación, trabajo por grupos, diálogos con los alumnos, grupos pequeños, tutorías...Guillermo de Humboldt, principios de siglo XIX. Propone el seminario como nueva forma de investigación. Exacta a lo que los pedadogos nos enseñan ahora como "puzzle" en las nuevas actividades docentes....

Está claro que deberíamos saber más historia.


Independientemente de la complejidad de llevar a cabo la puesta en marcha de este cambio metodológico, dos precauciones se deben tener en cuenta ante estas recomendaciones: por un lado no se debe ignorar los antecedentes formativos de los estudiantes. La calidad formativa de los estudiantes españoles que acceden a la universidad es cada año peor.
Como ejemplo, vemos en la tabla anexa los resultados de las evaluaciones PISA 2000, PISA 2003 y PISA 2006. La educación secundaria obligatoria presenta un rendimiento mediocre inferior a la media de la OCDE (500) destacando el empeoramiento progresivo entre el año 2000 y 2006.




Son a esos estudiantes a los que se les va a conceder el protagonismo en la nueva universidad y debería suponer cuanto menos un estado de precaución-preocupación para quienes dirigen la reforma.
Por otra parte, el profesorado en enseñanzas técnicas en general no tiene la formación adecuada para realizar las labores que esta metodología propugna: psicología, pedagogía, dinámica de grupos, etc. A esto se añade que hasta el momento la mayoría de las acciones motivadoras por parte de la universidad en cuanto a la formación docente son de carácter curricular y con un peso muy liviano. Esto supone que la mayor parte del profesorado funcionario, sobre la que recae la docencia más importante, no recibe incentivos ni motivación para formarse.

Miedín.

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