Cuando me levanto por la mañana para partir las naranjas del zumo, suelo usar un cuchillo que tiene el mango de madera. Con el sueño que tengo me parece que el acero del cuchillo está más frío que el mango pero la cocina está toda ¡a la misma temperatura! ¿por qué? Porque no conducen el calor de la misma forma. Tienen distinta conductividad térmica. El del acero es d 50 W/mK y el de la madera de 0,13 W/mK, en otras palabras.....el acero conduce mucho mejor el calor.....que va de nuestra mano al acero...(nuestra mano suele estar a 35-37 grados y por tanto a más temperatura!!!!). Eso provoca una sensación de frío en la mano simplemente porque nos está robando calor más rápido que la madera. Pero ¿quién nos roba más calor, el acero o la madera?
3 comentarios:
La respuesta es... depende.
¿De qué depende? Del tiempo de contacto, de si son volúmenes o masas iguales, las condiciones del entorno, etc.
Simplificando:
1. si el tiempo de contacto es el suficiente para (casi) alcanzar el equilibrio, es decir, hasta que el objeto de madera o acero, supuestamente a 18-25 ºC, alcance nuestra temperatura, 35-37 ºC
2. si estamos considerando masas iguales de madera y acero
3. si suponemos que el calor robado por el aire u otro fluido o cuerpo es despreciable
entonces, al consultar en una tabla las capacidades caloríficas específicas (acero: 500 J/kgK; madera: 1800 J/kgK), se llega a la conclusión que la MISMA MASA DE MADERA NOS ROBA MÁS CALOR QUE LA DE ACERO. Hace falta, aproximadamente, una masa 3.4 veces mayor que la de madera para que en condiciones ideales nos robe la misma cantidad de calor.
Muy bien Diego, rey de la orgánica! No se podía haber explicado mejor...con el concepto porpular que se tiene de calor cuesta entender que la madera robe más calor que el acero ¿verdad?
En fin, con tanta explicación científica da miedo escribir algo. Simplemente añadiré: Ramón, tienes mucho humor de levantarte por la mañana y hacer zumo de naranja, a mí me da una pereza...Eso sí, recuerda coger siempre el cuchillo por el mango no sea que con el sueño...
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