Ayer celebramos elecciones generales en España y me preocupa la gran división que se está produciendo en el país. No es la primera vez que se cita en este blog y pongo en entredicho el sistema electoral español, pero nunca antes lo había escuchado tantas veces en los medios de comunicación como hoy. Esta mañana, en una de las discusiones inter-trabajo sobre los resultados electorales le contaba a Iciar, que no se puede ser negro o blanco. Que en el mundo hay gente de muchos colores, yo diría que tantos com personas y querer agruparlos, encasillarlos en sólo dos no puede ser beneficioso para el posterior diálogo y negociación en la búsqueda de un mayor beneficio personal y comunitario. Vamos que si yo soy verde pistacho ya me diréis dónde encajo.
Hoy ya he escuchado a politólogos (no sabía yo que existían) propugnar un cambio en el reparto de votos. Seguro que los dos grandes partidos están muy contentos con este sistema, pero es injusto que los votos de unas personas valgan más que otras tan sólo por votar en un sitio u otro de la geografía...
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