La culpa de que veamos parpadear a las estrellas la tiene la temperatura del aire de nuestra atmósfera. Un astronauta en el espacio no ve titilar las estrellas, sin embargo a nosotros su luz nos llega después de atravesar capas de aire caliente y frío que desvían la luz de diferente forma. El aire caliente "dobla" la luz en menor medida que el aire frío (las moléculas están más separadas y no chocan tanto con la luz). Así que a veces, después de atravesar estas capas de aire, la luz de la estrella que estamos viendo en el cielo se sale de nuestro ojo, y otras veces no.
Resumiendo...es como si la luz de la estrella tiritase....Pablo Neruda en su poema de amor número 20 nos dice: "La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos"....no lo pudo hacer mejor.
2 comentarios:
Y Neruda continuaba...El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos mñas tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
[...]
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
"Los versos más tristes"
(Qué genial Neruda, me encanta)
Mmmm....no está nada mal el toque poético de Iciar en el blog...jejeje.
¿Y qué le ocurre a la luna y a otros planetas? ¿Por qué no titilan? Bueno, en realidad sí lo hacen, pero en esos casos los rayos que se salen de nuestra vista se compensan con los que entran y no apreciamos el pestañeo.
Publicar un comentario